El cumple de Loli

08/07/2020

Héctor Darío Abeiro, alumno de Medio ambiente y cambio climático.

5 de abril de 2040, hoy mi hija Lourdes cumple veinte años. Estamos reunidos la familia y amigos, unas treinta personas. La parrilla es el centro de reunión, almorzaremos un poco más tarde que lo habitual. En la parrilla hay bifes de micelios para nosotros los más grandes, para los jóvenes hamburguesas de soja y lentejas. 

Como están mis suegros que vienen de La Pampa, les conseguí asado de costilla. Tuve que reservarlo con tiempo… en los últimos diez años se dejó consumir carne animal, en realidad se consigue pero es más cara.

Lo bueno de consumir alimentos desde los vegetales es que son de alta calidad y ya no se producen de manera intensiva. La producción es en base a agricultura regenerativa, se respeta mucho el cuidado de la tierra y que la producción devuelva nutrientes. No se usan más los agrotóxicos.

¡A la mesa! 

Los chicos bajaron un poco la música. Quedaron de fondo, la música de los Rolling, algo de Soda Stereo, y “Bicho de Ciudad” de Los Piojos. Todavía tienen vigencia.

Me siento a la mesa y conversamos, sobre lo positivo que fue implementar el impuesto a la emisión de CO2. Las producciones intensivas dejaron de ser rentables, me comentaba mi hermano Daniel, que hace veinte años atrás el 80% de las emisiones de CO2 eran por la producción de alimentos, agricultura y combustibles fósiles.

Mi otro hermano, mientras le entra al bife de micelios que acompaña con ensalada de zanahoria, cuenta cómo el cambio climático está afectando las zonas del norte argentino. A raíz de las plagas de langostas mucha gente está migrando hacia nuestras fronteras y hubieron enfrentamientos armados con gendarmería. Cacho, mi suegro, como buen pampeano está preocupado por el agua, la falta de ella. Desde que Mendoza se independizó de nuestro país ha cortado el agua de los principales ríos que alimentaban la zona pampeana.

En un instante, mientras bajo mi comida con un trago de cerveza artesanal, comento  lo bueno que es que las empresas productoras de alimentos tengan su producción certificada por ser libres de deforestación o por recuperar zonas desertificadas por acción del hombre. Y las grandes superficies donde se estacionaban autos, playas de hipermercados, o shoppings se recuperaron para producción de alimentos saludables.

Lourdes se me acerca y me dice: “Pa, vamos a poner música electrónica y vamos a bailar con mis amigos, o se quedan con nosotros o van a la sala”. Los veteranos decidimos irnos a la sala a tomar unos mates y seguir conversando y ayudar a la digestión.

Daniel me pregunta por el auto nuevo, le cuento que es fantástico. Es un Honda eléctrico y autónomo, tiene una gran autonomía, es más, mañana con Vero llevaremos a mis suegros hasta Ingeniero Luiggi, los 700 kilómetros de viaje lo hacemos con una sola carga, es muy silencioso y llegamos muy descansados. Cuando lo pongo en carga acá en casa, el excedente de electricidad lo vendo a las micro redes eléctricas del barrio…

Hoy Lourdes tiene apenas tres meses de edad, Vero 42 y yo Héctor 64. Todo lo relatado en esta ficción será altamente probable que lo viva. De acuerdo a la charla de Alexis Caporale, estas tecnologías ya están diseñadas y probadas, algunas quizás le falte escala.

El futuro no será un bucólico pasado.

Héctor Darío Abeiro