La hamburguesa imposible
Impossible Foods es una compañía que desarrolla alimentos a partir de plantas como sustitutos a los alimentos cárnicos. Si bien, sin duda es cierto, si leemos esta descripción nada nos llama demasiado la atención. También podemos decir que hacen hamburguesas veganas pero eso tampoco resulta demasiado interesante en sí mismo. Tal vez, hace unos años, hubiera sido impensado, y hasta contradictorio, encontrar las palabras “hamburguesa” y “vegano” juntas pero hoy es algo habitual. En nuestro imaginario pensar en una “hamburguesa” y en una “hamburguesa vegana” poco se parecen. Dos experiencias completamente distintas. La jugosidad, el olor y el sabor solo se pueden representar con una buena carne. Entonces, ¿qué es Impossible Foods y qué tiene de imposible? Impossible Foods es un start up tecnológico y de alimentos que entendió qué es lo que la gente ama de la carne. Y luego, se propuso extraerlo de las plantas y desarrollar alimentos con el sabor, textura, aroma y crocancia que los mismos de base cárnica pero sin carne.
Patrick Brown es un médico pediatra que dedicó su carrera a la investigación, profesor de bioquímica en la Universidad de Standford durante 25 años y fundador de Impossible Foods en 2011.
Según las declaraciones de Brown, la compañía se fundó con el objetivo claro de reducir drásticamente el impacto destructivo de la humanidad en el medio ambiente, reemplazando completamente el uso de los animales como tecnología de producción de alimentos. Alineado con estas proyecciones e innovando en alimentos de reemplazo hay muchas compañías que intentan abordar la problématica. Posiblemente Beyond Meat sea la más conocida si nos referimos a hamburguesas basadas en plantas pero Impossibe Foods no es su copycat.
Impossible Foods dedicó sus primeros 5 años a entender qué es lo que la gente ama de la carne. Así identificó que el componente que la hace única es el hemo, presente en plantas y animales. Exploró el reino vegetal en busca de dicho componente y lo extrajo de la soja. En 2016 y con una producción muy limitada, presentó su hamburguesa en importantes restaurantes de Estados Unidos, dirigidos por chefs reconocidos, alguno con estrellas Michelín, que avalaron el producto y acompañaron en impulsar el mensaje de que la buena carne no necesariamente tiene que ser animal. Con el éxito del lanzamiento, escalaron la producción, modificando y eficientizando el proceso de obtención del compuesto clave, logrando abastecer la creciente demanda. Actualmente está disponible en restaurantes y supermercados minoristas. Están trabajando en el desarrollo de pollo, cerdo, huevos y quesos y prometen ofrecer herramientas para obtener otros alimentos con mayor eficiencia.
Su composición nutricional es comparable con la de una hamburguesa de carne tradicional. FDA reconoció el producto como seguro y realizaron estudios que demuestran que tiene una huella de carbono casi un 90% menor a la hamburguesa de carne de vaca y consume un 87% menos de agua y 96% menos de tierra para su producción.
Dado que contiene soja y la legislación de la UE difiere con la de EEUU con respecto a la comercialización de alimentos modificados genéticamente, el próximo desafío será lograr las aprobaciones necesarias para introducir el producto en el mercado europeo.
Si todo es tan bueno como parece y las hamburguesas basadas en plantas pueden ser iguales a las hamburguesas de carne, seguramente tengamos que redefinir el concepto en nuestro imaginario y la RAE tendrá que cambiar la definición que dice que la hamburguesa es una “tortita de carne picada”.