¡Sobreponerse y avanzar!
Verónica Dávila, alumna de Aprender en casa.
Este texto lo escribo en el marco del seminario “Aprender en casa” con Melina Furman, en el cual participó como invitada la Lic. Cecilia Calós.
Creo conveniente hacer una pequeña introducción de mi trabajo para entender mi perspectiva y desde dónde pensé este concepto hoy en día tan utilizado.
Estudié Psicopedagogía y Prof. de Educación Especial con orientación en discapacidad neuromotora. Siempre me desempeñé en escuelas de modalidad especial. Hoy en día cumplo la función de docente de apoyo a la inclusión en todos los niveles del sistema
educativo (inicial, primaria y secundaria).
Por lo general, cuando cuento a qué me dedico, la gente me dice “vos tenés el cielo ganado”, “qué paciencia”, “cuánta fuerza que tenés”…. y en algo quizás tengan razón. Paciencia hay que tener como docente para trabajar con todos los niños y niñas; y fuerza a veces también ya que hay que prestar un poco el cuerpo para que ellos/ellas puedan experimentar nuevas posturas corporales, juegos y espacios comunes con sus pares.
Aunque hay días que estás más cansada o te duele la espalda (por la edad) me quedé pensando en las palabras de la Licenciada ¿Podría decirse que estaría acompañando desde un rol de tutor resiliente?
La gratificación en sus caras y la observación diaria de aprendizajes, me dan todos los días la motivación para seguir adelante, para seguir aprendiendo y compartiendo espacios como estos.
Escuché y vivencié en el cuerpo el encuentro con la Licenciada Cecilia Calos, su forma de transmitir la información y su valor, para acompañar a las familias de los estudiantes y, principalmente, para ellos. Como ya les conté, mi función es acompañarlos en
sus procesos de aprendizaje, más allá del espacio físico, sea la escuela o la casa.
Este dinamismo del que habló Cecilia, entre los rasgos de personalidad y el contexto, vuelve a reforzar mi creencia de que no todos los niños/niñas vivencian las cosas de la misma forma, ni que sienten lo mismo ante las mismas situaciones, más allá de la “normalidad” o “discapacidad”.
He pasado situaciones en las cuales, muchas veces, los niños, niñas y jóvenes que acompaño ofician de sostén de sus compañeros/as que por algún motivo “no la están pasando bien”.
Lo que quiero expresar es que a la vista de algunas personas los sujetos con discapacidad son más débiles o con falta de recursos interpersonales, emocionales y, obviamente, intelectuales.
“Hoy entiendo con la cabeza lo que intuía con el corazón”, nada está establecido, prefijado todo es un proceso dinámico entre la personalidad y el contexto. Todos podemos desaprender y aprehender nuevamente.
Estos son los conceptos que quedan resonando en mí, para pensar y repensar las propuestas:
Autoestima
Iniciativa
Humor
Y, para aumentar los rasgos de una personalidad que cuenta con mayores recursos para procesar las situaciones y como dijo Melina Furman en el taller: “para saber cómo bajar el volumen de las emociones negativas y subir el volumen de las emociones positivas.”
Para cerrar usaré nuevamente mi ticket de salida… “Hacer foco en lo que sí se tiene y ESTÁ intacto”.
Verónica Dávila